La enorme crisis energética está generando numerosas consecuencias a todos los niveles (mundial, europeo y nacional) entre los fabricantes de fertilizantes, principalmente por la escalada de precios en el gas natural y la falta de reservas. Así lo vienen recogiendo numerosos digitales especializados durante las últimas semanas.
Ya a finales del pasado mes de julio, Agrolatam informaba que algunas de las principales empresas de fertilizantes de China suspenderían temporalmente las exportaciones para asegurar el suministro en el mercado interno después de que los precios en uno de los principales productores de granos del mundo alcanzaran niveles récord.
Este año, los precios de los fertilizantes en el gigante asiático han alcanzado récords en medio de una mayor demanda del exterior, altos costos de energía y una menor producción a nivel nacional. Las inundaciones alrededor de la provincia central china de Henan también afectaron la producción en algunas plantas, tal y como apuntan varios analistas.
Todo ello hacía que este verano los precios de los futuros de urea en la Bolsa de Productos Básicos de Zhengzhou de China se dispararan en más de un tercio desde principios de año: los precios al contado de la urea estaban en 2.814 yuanes la tonelada a principios de julio, según la Oficina Nacional de Estadísticas de China, frente a los 2.674 yuanes de junio. Traducido a euros, hace un año una tonelada de UREA46% costaba en torno a 250€. Hoy está en 775€.
Con este contexto como telón de fondo, el precio del gas, la electricidad y el petróleo también están provocando una fuerte crisis entre los fabricantes europeos de fertilizantes. Según publica El Economista, dos grandes compañías (la estadounidense CF Industries, con plantas en Reino Unido, y la noruega Yara ) han recortado la producción al no poder asumir los costes con las tarifas energéticas tan elevadas.
Esta situación amenaza a la industria alimentaria al aumentar el riesgo de falta de suministros y precios más caros en los productos químicos, que tarde o temprano se trasladarán al cliente. Y también afecta a los márgenes de las compañías, por lo que no es de extrañar que se produzca una reacción en cadena en otras sociedades. Y es que, según los expertos, «el mercado leerá el mensaje como que es probable que cierren otros productores europeos, y los precios del nitrógeno seguirán aumentando debido a la escasez de oferta.»
La misma suerte correrá el mercado de amoniaco para alimentos. Y es que una compañía solo toma una decisión de esta índole cuando producir con elevados costes ocasiona grandes pérdidas.
También empiezan a darse casos este tipo de medidas a nivel nacional. Es el caso de Fertiberia. Tal y como informa El Español, la enorme subida del precio del gas natural y el incremento del coste de la energía eléctrica y los derechos de emisión de CO2 han obligado a esta empresa a parar la producción de fertilizantes durante dos meses en su planta en Palos de la Frontera (Huelva) y a extender dos semanas más la parada técnica en la fábrica de Puertollano, en Ciudad Real, que empezaba a operar este fin de semana a medio gas. Fertiberia, que fabrica fertilizantes y abonos para la agricultura y otros productos como químicos industriales, cuenta con 13 centros de producción en España, Portugal y Francia. La planta de Palos se ve especialmente afectada porque su materia prima es el gas natural. Si continuara produciendo con el actual precio del gas, las pérdidas podrían ascender a dos millones de euros mensuales.
Con todo esto, y de prolongarse la situación, podría desencadenar en una menor producción de fertilizantes en Europa y un mercado más tenso que podría afectar a la producción y rendimiento agrícola del próximo año. Así lo ha avisado la patronal europea del sector, Fertilizers Europe. Del mismo modo, ha pedido a la Comisión Europea y a las autoridades de los estados miembros que tomen de forma urgente medidas que corrijan esta situación y les ha instado a abordar los retos del mercado energético europeo.
