Un estudio descubre las variedades de trigo que mejor responden a las altas temperaturas

La producción mundial de trigo en 2020/2021 se situaría en 763 millones de toneladas, prácticamente sin variaciones respecto al nivel casi sin precedentes de la campaña 2019/2020, según las primeras previsiones recogidas por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) en el último informe sobre oferta y demanda.

Podemos decir sin miedo a equivocarnos que estas son buenas noticias, dado que el trigo supone la base alimenticia de más de 2.500 millones de personas en el mundo, aporta un 20% de la proteína consumida y más calorías que cualquier otro cereal. Sin embargo, su productividad a largo plazo se ve amenazada por factores como el aumento de temperaturas que actualmente está sufriendo el planeta, a consecuencia del cambio climático.

Por este motivo y para garantizar el rendimiento y la sostenibilidad de este cereal, la Universidad de Córdoba (UCO) ha participado en un estudio a nivel mundial, coordinado por el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT), que tiene como objetivo establecer qué variedades de trigos responden mejor a las altas temperaturas.

Concretamente, según señala el investigador responsable del trabajo en la UCO, Carlos Guzman, “el estudio revela que 10 genotipos toleran mejor que el resto el estrés por calor. La mayoría de ellos corresponden a líneas generadas recientemente por el programa de mejora, lo que demuestra la eficacia de la mejora genética para afrontar este problema si se hace la inversión que se necesita”, explica Guzmán en la web de noticias Agrodigital.com.

Según los resultados obtenidos, los genotipos que mejor respondieron a las altas temperaturas fueron capaces de producir 2,4 toneladas de trigo por hectárea, “una cantidad bastante razonable en un ambiente prácticamente desértico, y que podría contribuir a mantener una productividad aceptable para esas condiciones”, afirma Guzmán. Pero el estudio no sólo se ha centrado en la cantidad de trigo que podrían producir esas variedades. “La calidad del grano no ha disminuido debido al estrés en ninguno de los 10 genotipos que mejor resisten al calor”. Por tanto, nos encontramos ante un hallazgo sin precedentes que ayudará sin duda a generar trigo más resistente al calor y que garantiza la productividad de este cereal, que es un alimento básico en la dieta de millones de personas todos los días.

 

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