Como sucede en otros sectores, cada vez con más frecuencia las nuevas tecnologías se ponen al servicio de la agricultura para optimizar la cadena de producción. En esta ocasión, y gracias a los apuntes técnicos de LG Seeds, conocemos las características y funciones del bioestimulante, un tratamiento aplicado a la semilla del maíz para intentar ayudar al agricultor a obtener mejores resultados y proporcionar una seguridad extra en el cultivo.
Definición:
Un bioestimulante es una sustancia o mezcla de ellas, o un microorganismo diseñado para ser aplicado solo, o en mezcla, sobre plantas de cultivo, semillas o raíces (rizosfera).
Objetivo:
Estimular procesos biológicos y, por tanto, mejorar la disponibilidad de nutrientes y optimizar su absorción, incrementando la tolerancia a estreses abióticos o los aspectos de calidad de cosecha.
Usos y funciones de los bioestimulantes:
Los bioestimulantes se utilizan cada vez más en la agricultura convencional y pueden ayudar a resolver las ineficiencias que, a pesar de la mejora de las prácticas de producción, todavía se dan en el campo. Estos productos otorgan mayores rendimientos y calidad, por lo que ayudan a los agricultores a producir más con menos.
¿Qué efectos provocan en los cultivos?
No todos los bioestimulantes son iguales, ni tienen el mismo origen; puede estar formulado para provocar efectos diferentes en un tipo de cultivo u otro. Sus utilidades son diversas, según las necesidades de cada momento:
- Incrementar la tolerancia de los cultivos para superar los estreses abióticos.
- Facilitar la asimilación de nutrientes, traslocación y uso.
- Mejorar la eficiencia del metabolismo de las plantas para inducir incrementos de cosecha y mejorar la calidad de estas.
- Mejorar atributos de calidad: incremento en almidón, calidad cosecha, peso específico, etc.
- Mejorar la fertilidad del suelo: especialmente mediante el fomento del desarrollo de microorganismos del suelo.
- Lograr un uso del agua más eficiente.
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