Con la entrada de 2022 –y con un año de retraso-, se ponían en marcha las nuevas normas sobre producción ecológica, recogidas en el Reglamento UE 2018/848 , que pretende simplificar las normas de producción gracias a la supresión progresiva de una serie de excepciones y exclusiones y reforzar el sistema de control mediante medidas preventivas más estrictas y controles rigurosos a lo largo de la cadena de suministro.
Así lo informa Agrodigital a través de un artículo en el que detalla los principales elementos de la ordenanza:
• Controles estrictos: a lo largo de toda la cadena de suministro, in situ y para todos los operadores, al menos una vez al año (o una vez cada dos años si no se han detectado fraudes en los últimos tres años)
• Importaciones respetuosas con los estándares comunitarios: Los productores de países no pertenecientes a la UE tienen que cumplir las mismas normas que los productores de la UE.
• Aumento de la oferta de semillas y animales ecológicos para responder a la demanda de los productores. Las excepciones que permiten el uso de semillas y animales convencionales en la producción ecológica expirarán en 2035
• Facilita la comercialización y la autoproducción del material vegetal ecológico, eximiéndose de tener que seguir el mismo procedimiento que tiene el material vegetal convencional, para poder ser comercializado.
• Explotaciones mixtas para fomentar la reconversión: se permitirán las explotaciones que produzcan tanto alimentos convencionales como ecológicos, siempre que no se trate de la misma producción y que las dos actividades estén separadas de manera clara y efectiva.
• Certificación más fácil para los pequeños agricultores: ello será posible gracias a un nuevo sistema de certificación de grupo, lo que permitirá ahorrar tiempo y dinero.
• Medidas preventivas. Se refuerza el sistema de control mediante medidas más estrictas y controles rigurosos a lo largo de toda la cadena de suministro para evitar la contaminación.
• Umbrales máximos para las sustancias no autorizadas en los alimentos ecológicos (plaguicidas…) Los países que ya los establecen podrán seguir haciéndolo pero abriendo su mercado a los productos de otros países de la UE que cumplan las normas comunitarias.
En definitiva, tal y como publica El Comercio Agrario, la nueva legislación sobre agricultura ecológica, pretende reflejar la evolución del sector a su rápido crecimiento, garantizando una competencia leal para operadores y, al mismo tiempo, evitar el fraude y mantener la confianza de los consumidores.
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