El resurgimiento de la cosecha de girasol en España echa el freno

Precios altos, costes de producción mucho más altos y unos rendimientos medios-bajos marcan una campaña de girasol en la que había puestas grandes expectativas. Las organizaciones agrarias manejan unas pesimistas previsiones debido a la sequía  y el calor. Estiman una reducción de los rendimientos por hectárea que podría llegar hasta el 50% en algunas explotaciones, pasando de los 2.000 kilos/hectárea a los 1.050 kilos/hectárea o menos.

La reducción no será tan evidente en las cifras de producción en relación al año pasado, ya que la superficie de cultivo ha aumentado considerablemente, superando las 750.000. Así lo informa Efeagro tras consultar la situación con los representantes de AsajaCOAG y UPA.

En ese sentido, el técnico de UPA, David Erice, muestra su pesar, dado que “la superficie de siembra aumentó un 30%, sobre todo al inicio de la crisis por la guerra de Ucrania”, y sin embargo ahora, “los agricultores son muy pesimistas».

Según manifiesta el responsable de cultivos herbáceos de Asaja, Pedro Gallardo, las cosechas serán un 40% inferiores con respecto a un año normal o medio. Y en algunas explotaciones, los rendimientos bajarán un 50% (de los 2.000 kilos/hectárea a los 1.050 kilos/hectárea o menos).

Desde Asaja creen que la cosecha no satisfará toda la demanda nacional de pipa de girasol. Estiman que estará en torno a las 800.000 toneladas, bastante por debajo de los 1,3 o 1,4 millones de toneladas que necesita España tanto para fabricar aceite  como para el consumo de torta destinado a pienso.

Gallardo apunta que los precios rondan entre los 730 euros y 630 euros/tonelada, pero no cubren los costes de producción. Por ello, aconseja a los agricultores «almacenar y agruparse donde funcionen bien las cooperativas”.

José Roales, de COAG, considera que el girasol arrastra el déficit hídrico desde primavera. En su opinión, “si el agricultor no percibe buenos precios y le quitan ayudas, cabe el riesgo de que se convierta en una producción residual en España.”

Finalmente, tal y como recuerda Erice (UPA), la guerra en Ucrania fue la que provocó el «boom» del cultivo de girasol en España, hasta entonces en retroceso. La invasión rusa al país líder mundial en la producción de girasol evidenció la importancia de este cereal para la alimentación humana y animal, por lo que tocó ponerse las pilas.

Sin embargo, ese resurgimiento del cultivo de girasol frente a la crisis de Ucrania ahora se ve lastrado por los bajos rendimientos y las malas expectativas, hasta el punto de poder afirmar que nos encontramos ante una de las peores cosechas que afronta el campo español en los últimos años. La campaña ya empezó hace semanas en Andalucía y poco a poco se extenderá a todo el país.

 

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