La ganadería, en la cuerda floja debido al incremento de los precios de los cereales

La evolución alcista de los cereales, que está alcanzando precios récord, conlleva consecuencias para la ganadería, amenazando su viabilidad. Es por ello que los productores reclaman que se cumpla la ley de la Cadena y que industria y distribución paguen como mínimo los costes de producción. Así lo informaba recientemente El País  , donde se hacía referencia a la dificultad de revertir esta situación, ya que afecta a los mercados mundiales por el encarecimiento de la proteína de origen.

Todo ello, pese a una excelente campaña, de 24 millones de toneladas de cereales,  que la convierten en la segunda más alta de la historia, tras los 27,6 millones de toneladas de la anterior. El problema es que esta cifra se queda muy lejos de unas necesidades del mercado interior de unos 38 millones de toneladas por el fuerte peso de las cabañas ganaderas.

Ni siquiera el inicio de la recolección del maíz  en los grandes países productores y la consiguiente inyección de oferta en los mercados, han frenado la escalada de precios en los cereales, que amenaza con situarse en cifras récord, ligeramente superiores a las registradas en 2007, fundamentalmente por la mayor demanda mundial.

Como consecuencia de estas subidas también se han incrementado los costes de producción de las cabañas ganaderas entre un 15% y un 20% según el grado de utilización de las diferentes materias primas, incrementos que no se repercuten en los precios de venta a la industria y la distribución, al no cumplirse la Ley de la Cadena Alimentaria.

En el referido artículo de El País, se detallan las variaciones de los precios medios en el mercado interior con respecto a la pasada campaña, con significativos incrementos tanto en la cebada, como el trigo blando, el maíz, la soja, la colza  y el girasol.  En el caso de los trigos duros, destinados a la alimentación humana, la subida supone más del 70%. Su fuerte dependencia exterior y las malas cosechas de Canadá, Estados Unidos o Rusia estarían detrás de este elevado ascenso.

Dentro del sector ganadero, Román Santalla, responsable de UPA,  estima que los mayores precios de los cereales suponen un incremento del coste del litro de leche de entre tres y cuatro céntimos, sin que ello se haya reflejado en los contratos de las industrias. De hecho, la Organización de Productores de Leche, OPL,  ya ha denunciado algún caso en el que no se aplica la repercusión de la subida de los piensos, por incumplir la exigencia de la Ley de la Cadena de pagar los costes de producción.

También desde los productores de huevos, Aseprhu, y la sectorial del porcino, Anprogapor,  destacan el incremento de los costes producción en casi un 20%. Del mismo modo, desde la cooperativa Coren, que agrupa a una veintena de cooperativas ganaderas en avicultura de carne, huevos, porcino y vacuno, se advierte sobre los riesgos de cierre de explotaciones por entrar en una situación de pérdidas al no poder repercutir esa subida en las ventas.

Las bajas cosechas en algunos importantes países productores, las mayores compras de China y, sobre todo, las acciones especulativas de los grandes operadores desestabilizando los mercados han sido los causantes de esta crisis, según consideran desde Coren.

 

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